El Mercado Central de Abastos, pese a la crisis del transporte y la escasez de materias primas procedentes de otros países, se ve reforzado por su política del producto de cercanía y evita el desabastecimiento de sus negocios
Ante las informaciones sobre el riesgo de desabastecimiento en el sector alimentario, desde el Mercado Central se garantiza que sus productos están disponibles para los clientes y pueden seguir comprando con absoluta normalidad en cualquiera de sus puestos. La guerra y los paros en el sector del transporte amenazan el abastecimiento de muchos supermercados, pero no el de los negocios locales que apuestan por la economía circular. Es el caso del Mercado Central de Abastos de Elche, cuya política de proveedores de km. 0 asegura el aprovisionamiento de productos.
El Mercado Central de Abastos es un icono del significado de comercio local y de proximidad, además de un fiel defensor de productos de la tierra, un potenciador de la dieta mediterránea y de mantener tradiciones gastronómicas ilicitanas. Su objetivo es mantenerse como un referente de productos de gran calidad y sobre todo destacar por su trato exquisito al cliente.
En la actualidad, este edificio cuenta con más de una veintena de puestos entre carnicerías, charcuterías, pescaderías, fruterías y otros alimentos como especias, aceitunas, aperitivos y frutos secos y un restaurante.
La pandemia hizo que el consumidor agradeciese las acciones realizadas por el comercio local. Valoró la atención y el apoyo, que en los momentos más duros y en pleno confinamiento, tuvieron los comerciantes locales y al acercarse personalmente a las casas de sus vecinos y dejarles la compra. De alguna manera, ese valor de “lo nuestro” y la suerte de tener recursos cerca es una oportunidad para todos, porque permite potenciar la economía circular, ser más solidarios y en momentos de crisis como la de ahora tenerlos cerca.
Productos de Km. 0
Los productos de cercanía se caracterizan por la poca distancia que existe entre el lugar de producción o de recolección y el punto de venta o consumidor final. Este tipo de productos fomentan un desarrollo sostenible, cuidan el medioambiente, favorecen el comercio justo y el compromiso ético con nuestro entorno y ciudad.
Entre las características principales de los productos de Km. 0, que también son el valor del Mercado Central de Abastos, está la reducción de las emisiones contaminantes (al ser productos que están a menos de 100 km de distancia), el impulsar los productos ecológicos y el producto local de temporada, potenciando de esta forma, la agricultura, la ganadería y la economía local.
Estas características son las que, en esta crisis de transporte y falta de materia prima de otros países, evitan el problema de los grandes almacenes y supermercados cuyas políticas de compra-venta de sus productos no ponen en valor la economía local.
Innovación en constante desarrollo
La cercanía y la atención personalizada del comercio local es la insignia de un comercio que día tras día tiene que enfrentarse a grandes corporaciones. El arma más poderosa que tienen son la humanidad y el trato que dan a sus clientes y la fe que demuestran día a día en su negocio y en sus productos locales.
No hay que olvidar que el comercio local es un generador de riqueza y empleo local, lo que permite que nuestra ciudad sea más próspera y rica en recursos, tanto humanos como económicos.
