Creer en algo implica muchas veces tomar acción. Y ponerse en movimiento provoca que todo se mueva alrededor tuyo. Algo así sucedió en el germen de la Plataforma Elche Piensa cuando divagaban sobre su adorada ciudad. Algo pasó en aquellas conversaciones en las que todo fue rodando y formando un grupo de personas con unas inquietudes y unas metas muy grandes: Crear un proyecto de ciudad.
Juan Antonio Marín no dejó de sonreír ni un solo momento. No bajó el ímpetu con el que desde el minuto cero comenzó a presentarme este proyecto ambicioso y necesario para una ciudad tan carismática, tan singular y tan importante como lo es Elche. 
Muchas veces, mientras caminamos por nuestro barrio, cuando disfrutamos de la ciudad, sin darnos cuenta observamos lo que el paisaje y el camino nos ofrecen. Y en nuestra individualidad y necesidad vamos encontrando pequeñas grietas, deficiencias y necesidades, que casi sin darnos cuenta formulamos en solucionarlas.
Todo en un todo. Así puedo definir AFE, El Área funcional de Alicante-Elche, que tuve el honor de presenciar y que tuve la suerte de embriagarme con él de esa necesidad de «hacer». ¿Qué hizo que Barcelona se convirtiera en una gran ciudad? ¿Y Bilbao? La claridad en el objetivo de miras: Un plan de ciudad, un líder con carisma y dinero.
El Área Funcional Alicante-Elche
El área funcional del que habla este proyecto y que se entiende como el mercado de trabajo y los patrones de movilidad de las personas que se desplazan diariamente al lugar de trabajo, e incluye el sistema urbano más amplio de las poblaciones cercanas que son altamente dependientes económica y socialmente de un núcleo urbano mayor. 
El área funcional que engloba Elche-Alicante sería el instrumento necesario para facilitar la consideración de dicho ámbito como un entorno urbano de tamaño medio, que permita una organización de un foco más potente que sea capaz de relacionarse en condiciones de igualdad con Valencia por el Norte y con Murcia por el sur.
Elche posee una gran industria de calzado, con una zona industrial importante que a su vez se ha tenido que diversificar por la falta de suelo industrial. Un palmeral que es Patrimonio de la Humanidad, con una gran gastronomía y productos mediterráneos locales de gran valor. Un gran litoral de costa. Humedales de relevancia internacional como el Hondo y yacimientos paleontólogos. El Misteri, la Dama de Elche…Y así, todo junto hace sentir la grandeza de una ciudad, de su enclave, de su idiosincrasia. Porque esa singularidad, y esa cercanía con la capital de la comunidad nos ha hecho siempre estar al margen aún con una sociedad con una alta conciencia social.
La discriminación en la inversión pública hacia Elche
Pero el énfasis de Elche Piensa se hace en ese desequilibrio en el reparto de la inversión pública que se ha destinado a esa Área Funcional y que siempre se ha concentrado, sobre todo, en la ciudad de Alicante. Esas inversiones diferenciadas, de carácter discrecional que son las que ayudan a potenciar y a favorecer el territorio desde el punto de vista socioeconómico y que influyen directamente en su capacidad competitiva. Hablamos de la Sede de la OAMI, el Auditorio de la Diputación (ADDA), la Casa del Mediterráneo, la Ciudad de la Luz, las redes del tranvía, la Volvo Ocean Race… ¿Y la zona de Elche?
Quizás la falta un líder que afrontara tomar decisiones o que tuviese una mayor representación en puestos de la Administración del Estado. 
La autosuficiencia a la que los representantes públicos ilicitanos asumieron (quizás por esa falta de inversión en la ciudad) o quizás el desconocimiento de los ciudadanos ilicitanos de su ciudad y de las necesidades que se tienen o la aceptación de que las cosas «tienen que ser así», que nuestra Dama esté en Madrid o que el AVE esté a cinco kilómetros de la ciudad. O esa falta de reconocimiento de las Administraciones supramunicipales de la «realidad binuclear» optando más por un modelo de «Área Metropolitana»
Querer hacer y ponerse en movimiento: Los proyectos
Englobando la singularidad de Elche, del Área Funcional Alicante-Elche, de esa falta de inversión o de esa necesidad de poner en valor la ciudad con todo su potencial, Elche Piensa hace propuestas para que esto sea una realidad, que se la eclosión de un pueblo que siempre ha sido ciudad, que ha sido grande, fructífero y admirado. 
Esas propuestas pasan por crear un Museo Nacional de Arte Ibérico, con la Dama de Elche y que permita ensalzar y seguir apostando por el yacimiento que hay en la Alcudia. Un Museo Provincial de Paleontología e Historia Natural y que haga crecer al Museo Paleontológico que ya existe en Elche. Y sobre todo, servicios administrativos descentralizados de las administraciones de rango supramunicipal.
Y hacer de Elche la Capital Verde Europea, conseguir una conservación y un mantenimiento necesario para mantener el Palmeral de Elche que es Patrimonio de la Humanidad. La prolongación del soterramiento del ferrocarril, el cierre del trazado de las rondas de Elche, la integración de la Universidad en la trama urbana de la ciudad… Como si fuese poco este gran gesto de formar un proyecto de ciudad. De sentir que los ilicitanos se impliquen con emoción en la construcción de una ciudad de conecte, que crezca, que compita. Quizás, durante todos estos años hemos permitido que la evolución propia de la ciudad caminara sola en su crecimiento. Hoy Elche Piensa es el abono, es el futuro y es la acción de sentir Elche como lo que es: una gran ciudad.
